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Profecías bíblicas sobre la muerte y resurrección de Jesús

Muerte y Resurrección de Jesús

Las profecías bíblicas acerca de la muerte y resurrección de Jesucristo son una de las evidencias más impresionantes de la veracidad del mensaje cristiano.

La Biblia contiene varios pasajes que predicen con precisión el sufrimiento y la muerte del Mesías, así como su resurrección de entre los muertos.

Uno de los más conocidos de estos pasajes es Isaías 53, que proporciona una descripción detallada del sufrimiento y la muerte de Jesucristo.

“Angustiado él, y afligido, no abrió su boca; como cordero llevado al matadero, y como oveja muda delante de sus trasquiladores, así no abrió él su boca”. ( Isaías 53:7 ).

Otro pasaje importante es el Salmo 22, que también habla del sufrimiento y muerte del Mesías.

“Dios mío, Dios mío, ¿por qué me has desamparado? ¿Por qué os desviáis de mi salvación y de las palabras de mi rugido?... Horadaron mis manos y mis pies. Puedo contar todos mis huesos. (Salmo 22:1,16-17).

Jesucristo también hizo varias predicciones sobre su propia muerte y resurrección. En Mateo 12:40, Él dijo: “Porque como estuvo Jonás en el vientre de la ballena tres días y tres noches, así estará el Hijo del Hombre en el corazón de la tierra tres días y tres noches”.

Esta predicción se cumplió cuando Jesús murió en la cruz y fue sepultado, y luego resucitó tres días después.

Otra predicción que hizo Jesús sobre su muerte y resurrección se encuentra en Juan 2:19-21: “Yo destruid este templo, y en tres días lo levantaré. Pero él estaba hablando del templo de su cuerpo”. Esta declaración fue inicialmente malinterpretada por los oyentes de Jesús, pero quedó clara después de su resurrección.

En resumen, las profecías bíblicas de la muerte y resurrección de Jesucristo son una poderosa confirmación de su divinidad y de la veracidad del cristianismo.

Estas precisas predicciones demuestran que Jesús no fue solo un gran maestro o líder religioso, sino el Hijo de Dios, que vino al mundo para salvar a la humanidad del pecado y la muerte.
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